Esta mañana la coliflor harta de que el brócoli la dejara siempre medio verde y de sus escenitas de celos con la zanahoria, decidió saltar de la olla y dedicarle esta canción en medio de la cocina:
♪ He decidido que no te quiero ver.
He decidido que no te quiero ver.
Estoy cansado de oírte protestar,
estoy cansado de oírte protestar.
Adelante chilla cuanto quieras,
eso no me va a impresionar.
Adelante grita cuanto puedas,
estoy acostumbrado ya.
Y cuando dices debes de comprender,
es increíble,
nunca vi nadie que lo hiciera también.
Estoy cansado de oírte protestar,
estoy cansado de oírte protestar.
Adelante chilla cuanto puedas,
eso no me va a impresionar,
estoy acostumbrado ya. ♪
Estoy cansado de oírte protestar,
estoy cansado de oírte protestar.
Adelante chilla cuanto quieras,
eso no me va a impresionar.
Adelante grita cuanto puedas,
estoy acostumbrado ya.
Y cuando dices debes de comprender,
es increíble,
nunca vi nadie que lo hiciera también.
Estoy cansado de oírte protestar,
estoy cansado de oírte protestar.
Adelante chilla cuanto puedas,
eso no me va a impresionar,
estoy acostumbrado ya. ♪